domingo, 21 de marzo de 2010

Encontrarse...

Y si el torero, vuelve a torear, a sentirse, a hacernos sentir a todos. Esa es la gran incongnita, una icongnita que solo el puede desvelar. De todos modos el credito en el toreo se acaba, como en las tabernas cuando se acumulan los numeros escritos a tiza en el frontal de un bocoi(Barril).
Tiene una gran oportunidad, otra mas, y muy a mi pesar creo que la ultima. Digo muy a mi pesar porque me considero partidario, y porque pienso que el torero puede y debe ser una gran figura. No podemos permitirnos el lujo de perdernos todas las cualidades que atesora. Dicen que en este caso "particular" hay que separar al hombre del torero. El hombre a de encontrar su norte y de buscarle un sentido a su vida y luego el torero tendra que torear y concienciarse de que puede y debe ser alguien en la hirtoria del toreo. No hablo de torear mas que nadie y ser el primero del escalafon, ni de cortar mas orejas que todo el mundo, no, solo torear y torear y torear bien. Con profudidad, con sentimiento, con hondura, con tecnica para aprovechar el mayor numero de toros, sin aspavientos ni rodillazos, no desplantes, con destellos, con detalles, con inspiracion, con gracia, con toreria. Si muy complicado pero el sabe y puede. Cruzarse al piton contrario, echar la pierna que torea a delante, echar la muleta a la cara, sin brusquedades y traerselo toreado, cosido el ozico a los vuelos de la muleta. Luego en el embroque barrer el albero con las bambas. Toreo de mano baja, metidos los riñones, sintiendose, con la barbilla clavada en las chorreras de la camisa. Girar la cintura y la muñeca al unisono, alrgar el muletazo hasta el infinito, rematar detras de la cadera por debajo de la pala del piton. Luego sin solicion de continuidad, volver a colicarse y pegarle cuatro o cinco mas y rematar la serie con un monumental pase de pecho de piton a rabo.

Octubre de 2004 A Morante de la Puebla

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